Maribel Chamorro, antigua residente de la RUT y actual profesora de Matemáticas en Melilla, agradece el apoyo que recibió del Centro de estudios y nos cuenta su experiencia como opositora en la residencia.

Nombre completo: María Isabel Chamorro Pajares.

Ciudad de nacimiento: Melilla.

Ciudad de residencia actual: Melilla.

Estudios: Grado en Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, Máster en profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato y Enseñanza de Idiomas y Máster en Tecnología Educativa y Competencias Digitales.

Tiempo de preparación de las oposiciones: 1 año.C

En Málaga hay decenas de centros preparatorios para oposiciones, ¿por qué elegiste el Centro de Estudios de la RUT para un reto tan ambicioso? 

Porque Pepe, profesor del Centro de Estudios, es el mejor profesor que hay. Siempre lo diré.

«Pepe es el mejor, pondría la mano en el fuego por él, es un coco que me resolvía cualquier duda.»

Cuando estudiaba en la RUT me encantaba tener clases con él, es uno de los mejores profesores que he tenido nunca. Y cuando vnego Málaga siempre intento ir al Centro de Estudios a visitarlo.

En una de mis visitas, estuve hablando con él, le conté mi situación y le pedí que me preparara para las oposiciones, siempre respetando sus horarios en la residencia y con el permiso de Isabel, la directora de la RUT, que me lo concedió muy amablemente.

Al final, gracias a él, he podido aprobar las oposiciones, me ayudó muchísimo. Pepe es el mejor, pondría la mano en el fuego por él, es un «coco», me resolvía cualquier duda.

Durante tu año de preparación, ¿cuál fue tu rutina de estudio?

Madrugaba y sobre las 8:30 ya estaba en la biblioteca. Los lunes, miércoles y viernes a partir de la 13:00 tenía una hora u hora y media de clases con Pepe en el Centro de Estudios. Los martes y jueves dedicaba ese tiempo al gimnasio.

Por las tardes, volvía a la biblioteca sobre las 16:00 y estudiaba hasta que cerraban a las 21:00. En época de exámenes aprovechaba el tiempo extra de apertura y estudiaba el doble, incluyendo los fines de semana.

Cuando acabó la época de exámenes le pedí a Isabel la posibilidad de estudiar los domingos en la residencia, y no me puso ningún problema. Se adaptaron a mis necesidades, les estaré enormemente agradecida.

Después de tu experiencia como opositora, ¿qué consejo darías a quienes quieran seguir tus pasos?

Constancia, trabajo y suerte.

«Recomiendo a todo el mundo que experimenten lo que es vivir en una residencia»

Recordemos tus tiempos de ruteña, ¿cuánto tiempo estuviste residiendo en nuestro centro? 

He sido residente de la RUT durante 3 años, los dos primero de Comunicación Audiovisual y mi primer año de Ingeniería (2009, 2010 y 2011).

¿Cómo fue tu experiencia? 

Siempre recomiendo a todo el mundo que experimenten lo que es vivir en una residencia.

En mi caso, hice un grupo de amigos bastante. Los que nos quedamos en la residencia queríamos seguir porque nos encantaba, solamente por el simple hecho de desayunar juntos, reunirnos en la piscina, en las zonas comunes… llegábamos de las clases y lo que necesitábamos era desconectar.

Yo recomiendo ir a una residencia exactamente por eso, te obliga a hacer mínimo un amigo, relacionarte en el piso o en el comedor.

«Me dan envidia todos los viajes y actividades que se hacen ahora, Sierra Nevada, voleibol… ojalá en mis años también se hubiesen hecho»

¿Notas diferencias entre la residencia en la que estuviste viviendo y la nueva RUT? 

Ya noté cambios en la RUT cuando entró mi hermana cuatro años después de mi estancia (2015), e incluso durante mi preparación para las oposiciones en el Centro de Estudios el año pasado.

No he llegado a ver en persona la residencia en su estado actual, pero he visto por redes que se han hecho muchas reformas. Lo que más envidia me da son todos los viajes y actividades que se hacen ahora, Sierra Nevada, voleibol… ojalá en mis años también se hubiesen hecho.

En mi año, lo que a mí me importaba es que tuviera sitios donde estar con los amigos, recuerdo que la piscina estaba vallada, no teníamos sillones, había un “pollete” con forma cuadrada donde nos metíamos todos a charlar.

Valoro tener espacio para estar con mis amigos, un sitio para estar tumbados, dónde charlar… Obviamente, cuanto más moderno mejor.

Cómo exruteña, ¿algún consejo para los RUTthinkers? 

Que aprovechen y que se organicen. Hay tiempo para todo: para salir, para estudiar, para todo.

Es importante que exploten mucho Málaga, yo me he vuelto a Melilla a trabajar y la echo mucho de menos. A mí me encantaba ir a Pedregalejo, al Paseo de Huelín, el Centro y, obviamente, pasear por Teatinos.

Que aprovechen al máximo la convivencia en la RUT, porque después lo echarán de menos. Sigo juntándome con mi grupo de la RUT, mínimo una vez al año y siempre recordamos como vivíamos.